Miguel López, un emprendedor arriateño, ha decidido cumplir un sueño que perseguía desde hace más de 20 años: montar un pequeño negocio para llevarla a tu casa. Fabricándola artesanalmente como siempre la hacen en su casa, con mucho amor, paciencia y productos naturales del terreno. Todo para ponerla a disposición de quien desee saborear uno de los más entrañables sabores autóctonos de nuestra serranía. Con la misma receta que Miguel aprendió de su madre Mari, esta de su abuela y su abuela de su bisabuela. Con el mismo toque personal transmitido en su familia de generación en generación y aplicado ahora por el maestro artesano.